La terapia sexual enfocada desde la práctica psicológica, está destinada a descubrir cuáles pueden ser los pensamientos que están haciendo que bloquees tu sexualidad. Lo primero antes de comenzar la terapia sexual es acudir a un profesional de la medicina especializado que descarte cualquier causa física y, después, se acudiría a terapia si no hay ningún problema médico.
Debido a diversas causas, entre las que se encuentran algunas como el estrés laboral, ansiedad, la falta de tiempo para comunicarnos con nuestra pareja o el desconocimiento por una mala educación sexual, se pueden desarrollar problemas sexuales de diversa índole y gravedad.
La terapia sexual defiende que lo más importante para cambiar nuestra sexualidad hacia una visión más positiva es aprender a conocer nuestro cuerpo, siendo plenamente conscientes de las sensaciones que podemos llegar a vivir; identificando los pensamientos negativos que podemos tener en relación a diferentes temas como son la masturbación o las relaciones sexuales en pareja y cambiarlos por otros que nos ayuden a sentirnos mejor; y, por último, que mejorarán nuestra vida sexual ya sea acompañados o individualmente.