Seguro que has oído hablar de la depresión postparto pero, ¿sabes realmente lo que es o por qué ocurre? En este artículo hablamos de esta alteración del estado de ánimo para las mamás.
Lo primero que debes tener en cuenta es que, aunque se le llama depresión postparto, no tiene porqué producirse inmediatamente después de dar a luz, sino que los síntomas pueden aparecer durante los dos primeros meses o, también, a lo largo del primer año.
Es normal que en los primeros días o semanas después del parto, la mamá se sienta triste, desganada, agobiada, que sufra cambios de humor, que experimente una montaña rusa de sentimientos de culpa, angustia, inutilidad o irritabilidad, e incluso que tenga cambios de apetito o dificultad para concentrarse. Esta situación suele resolverse poco a poco y es muy importante el apoyo del entorno.
Pero a veces, los síntomas persisten en el tiempo y pueden llegar a intensificarse, es en ese momento cuando se puede necesitar ayuda y es recomendable acudir a un profesional. Éste valorará el caso concreto para poder tratarlo de la forma más adecuada para la madre.
La importancia de detectarlo a tiempo
Cuando la familia o el entorno no es suficiente o, como ya hemos comentado, detectamos que la mamá no supera esa situación de desgana o de mezcla de sentimientos, debemos buscar el apoyo necesario. Y es que una depresión postparto grave puede llegar a ser devastadora para la mujer, para su pareja y para la familia en general.
Si alguno de los progenitores se deprime y no es capaz de gestionar por sí mismo ese cambio tan importante en su familia que supone la llegada de un bebé, jamás podrá vincularse de forma sana y afectuosa con los demás miembros, especialmente con el recién llegado. Por lo que debemos cuidar nuestra salud mental para poder cuidar de nuestros hijos.
El por qué de la depresión postparto
La sociedad en general suele crear unas expectativas sobre la maternidad que enmascara en gran medida la realidad. Todos estamos de acuerdo en que tener un bebé es maravilloso y aporta una gran felicidad en cualquier familia, pero también supone un gran cambio, requiere de toda nuestra atención y, por supuesto, es una gran responsabilidad, y todo esto también debemos tenerlo claro desde el principio.
Puede ocurrir que, sobre todo en los primeros meses, te cueste adaptarte a esa nueva situación y sientas que no estás haciendo las cosas bien o como la sociedad marca que se hagan. Y entonces te invaden las dudas, la tristeza, la incomprensión… te alteras continuamente pero también se altera el bebé y eso hace que te irrite sin que puedas controlarlo, que pierdas totalmente la paciencia, que te alejes de tu hijo/a para poder volver a tu “tranquilidad”. ¿Dónde está esa plenitud o esa felicidad que deberías estar sintiendo?
No conseguir disfrutar de la maternidad o ver que las cosas no eran del todo como nos habían contado, provoca una enorme frustración que desemboca en esa depresión postparto. Esta situación también se puede ver agravada por el factor físico, que son los cambios hormonales que sufre tu cuerpo con la gestación y el nacimiento del bebé.
Ante todo y por encima de todo debes saber que no es tu culpa, que la depresión postparto no es fruto de tu debilidad y que, por supuesto, se puede tratar. Existen tratamientos eficaces para que la mamá vuelva a encontrar el equilibrio y pueda disfrutar de su bebé con plenitud y toda la felicidad que ambos merecen.
¡Espero que te haya servido de ayuda!