La maternidad ha hecho que me implique en la crianza consciente, y eso conlleva que haya decidido a aumentar la formación como psicóloga, pero más centrada en la infancia. He decidido estudiar sobre qué necesita un niño para ser feliz, pero…¿Qué significa que un niño sea feliz?
Un niño no es feliz cuando lo tiene todo. Ni tampoco cuando no tiene espacio para poder investigar como los grandes científicos que son. Lo que necesitan es poder ejercer la libertad de poder conocer el mundo, acompañados de una figura de apego que les ponga límites, pero que les proteja, a la vez, de lo que les pueda generar daños ¿Cómo se puede conseguir esto?
Un niño para ser feliz necesita: Amor
Los niños buscan que les protejan, porque es la única forma de poder asegurar su supervivencia. Están programados para ello, es lo que necesitan.
El amor no es sólo cubrir lo básico, como la comida y el cuidado físico, sino que necesitan ser porteados para recibir el calor de la persona que le va a acompañar en su crecimiento. Otra de lo que compondría el amor es el habla. Ellos sienten la cercanía y el afecto si los adultos les cuentan la realidad, les hacen partícipes de la vida.
Además, es bueno que puedan recibir muestras de cariño, como son abrazos y besos, si están receptivos para ello. Nunca está de más. Hay muchos padres que dicen que si se les dan muchas muestras afectivas los niños saldrán “blandos”, pero esto es la herencia de las formas de crianza anteriores. Si tú das cariño lo que harás es generar un adulto que se siente querido, cuidado y respetado.
Un niño para ser feliz necesita: Firmeza
La palabra puede llevarnos al lenguaje militar, pero es en realidad nada tiene que ver con él, o por lo menos desde mi conocimiento.
La firmeza en mi manera de ver la infancia conlleva que los niños necesitan tener límites. Primero por su seguridad, ya que ellos no conocen como nosotros, por simple experiencia, el mundo y no saben distinguir lo que es peligroso de lo que no. Lo que tenemos que hacer, primero es alejarles las cosas que les pueda causar un peligro real, y luego ponerles límites, que serán unos u otros dependiendo de cada uno y de su edad.
Aquí es muy importante tener dos factores en cuenta: saber ser consciente de que un niño no puede asumir varios límites, ya que no tiene los factores emocionales/cerebrales, como para poderlos asumir y, también, que tenemos que saber distinguir nuestros miedos y deseos, de las necesidades reales del niño, para que no nos genere frustración.
Un niño para ser feliz necesita: Respeto
Sí, y esta palabra puede generar mucho malestar a los adultos, porque suena raro que se pida respeto a la infancia.
Para mí es clave ponernos en nuestro lugar para saber cómo les puede sentar a ellos ¿Qué sentirías tú si de repente tu pareja o tu jefe te dijera “Espera(en imperativo) que estoy haciendo algo con fulanita qué es más importante y no te atendiese”, o que estuvieras en silla de ruedas (es la única situación en la que se me ocurre que no te puedas servir tú mismo algo) y te dijeran “Cuando acabe de comer yo te lo doy, que también tengo derecho”.
Con esto no estoy diciendo que no puedas decirle al niño que en ese momento no le puedes atender, pero intenta hacerlo con respeto y cuidado. Dos alternativas serían “Estoy acabando de hablar con x, para resolver algo que necesitamos, pero en cuanto lo acabe te atiendo” o “Estoy acabando de comer, pero en cuanto finalice te doy agua”. Es muy importante saber que muchas veces nosotros somos la única forma que tienen los niños de conectar/conseguir cosas que necesitan o desean, por eso recurren a nosotros, no porque quieran molestarnos.
Un niño para ser feliz necesita: Juego
Esta es una de las condiciones que va a ayudar a que un niño sea feliz. Y jugar no significa tener un montón de productos de estimulación, gastarse un montón de euros o tener la casa invadida. Para jugar se necesita la imaginación y el acompañamiento de alguien que pueda disfrutar. Una pelota, garbanzos, tazas de plástico para jugar o recursos básicos van a servir para desarrollar esta área. Uno de los juegos con los que más disfruta mi hijo es pasando garbanzos o macarrones de un botecito de plástico a otro ¡Se muere de risa con el sonido!(por cierto, por quien tenga miedo por si se los traga he de decir que los tengo muy bien contados y siempre estoy yo jugando con él).
Un niño para ser feliz necesita: Cuidadores que se cuidan
Sí, los niños necesitan cuidadores que se cuidan. Ni más ni menos. Es un requisito inapelable que para ser un acompañante con el que los niños se sientan bien necesitamos poder tener nuestro tiempo, aunque sea muy difícil. Si no lo hacemos, puede que tengamos nuestras emociones a rebosar y eso haga que no estemos cien por cien disponibles. Aprende a reconocer tus emociones, para saber cuándo requieres un stop, o si necesitas distanciarte por unos momentos. Además, es muy bueno que puedas buscar un espacio propio en el que descansar y darte el cariño que necesitas.