La autoestima es un término del que se habla mucho en psicología y, sobre todo, en las consultas. Muchas personas acuden a terapia para solucionar conflictos asociados a una baja autoestima como problemas de pareja, ansiedad o problemas con los demás. ¿Sabes cómo aumentar la autoestima? Te lo contamos.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es el valor que nos damos como personas, a nuestro intelecto, físico y capacidades. La autoestima se construye a través de dos factores:
- Concepto propio, que es la idea que tenemos sobre quiénes somos, o sobre quién deseamos ser.
- Amor propio, que es el que vamos a sentir por nosotros mismos y, dependiendo del concepto que tengamos, va a ser una cantidad u otra.
Va a existir una autoestima sana si la percepción de quiénes somos coincide con la persona que queremos ser. Si es así, nuestro amor hacía nosotros mismos será alto, y podremos disfrutar de una sensación de satisfacción psicológica y social muy alta.
¿Qué produce una baja autoestima?
La autoestima baja se puede generar por diversos factores pero los más importantes son los siguientes:
- Tener un diálogo interno negativo: La persona que no se quiere mucho suele tener una conversación que siempre habla de lo que no tiene y lo que no es.
- Compararnos con los demás: Esto es algo que nos ocurre desde pequeños y es horroroso. Siempre nos hablan de que fulanito se porta mejor, saca mejores notas o es mejor hermano. Esta comparativa se nos mete tan profundamente que lo trasladamos a la vida adulta. No conseguimos olvidar que nuestro amigo tiene mejor coche, mejor carrera o mejor sueldo.
- Cuidarnos muy poco: Los pensamientos negativos son tan angustiosos que hacen que nos paralicemos y dejemos de hacer cosas positivas por nosotros.
- Tener relaciones sociales poco sanas: Si las personas que tenemos alrededor no nos acompañan de manera positiva, sino que sentimos que no nos aportan, nos sentimos incómodos y, a veces, desarrollamos pensamientos muy negativos hacía ellos es mejor que no les veamos tanto.
- No poseer objetivos vitales: Esto es similar a “andar como pollo sin cabeza”. Sentir que no tienes la vida que quieres y que no haces lo que quieres va a generar una situación de no saber dónde estás.
- Ser irresponsables con nuestras emociones: Si cada vez que nos ocurre algo no somos capaces de ver que, de alguna manera, tenemos nuestra responsabilidad en el asunto, nuestra autoestima no podrá ser la adecuada.
¿Qué podemos hacer para mejorarla?
Es necesario que, en cuanto sepamos que tenemos que mejorar nuestra autoestima, nos pongamos en marcha, siguiendo algunos pasos sencillos pero muy importantes.
- Intenta modificar tus pensamientos para conseguir pensar más “sano”. Píllate a ti mismo cuando pienses cosas negativas, y busca algunas que te ayuden a ver la realidad. Por ejemplo, si te da por pensar que eres la persona más fea del universo, intenta buscar cosas positivas de tu cuerpo, y si aún así no las encuentras intenta ver las funcionales ¿Qué cosas funcionan en mi cuerpo como lo tendrían que hacer?.
- Céntrate en ver lo que haces tú, y deja de fijarte en la vida de los demás, porque eso te va a hacer súper infeliz. Es importante que aprendas a ver lo que tú tienes y, si es necesario que te fijes en los otros, hazlo para ver cómo han generado lo que tú tanto ansías.
- Genera una rutina de auto-cuidado. Esto no sólo significa cuidar tu cuerpo, sino también cuidar tu mente ¿Qué te gustaría hacer en tu tiempo libre? Busca lo que vaya a alimentar tu vida, porque eso es lo que va a hacer que tu autoestima crezca.
- Disfruta estando con gente que te ayuda a crecer y que, cuando pienses en quedar con ellos, te entran las ganas. Además, intenta poner tus relaciones en orden, habla con las personas con las que últimamente no te sientas cómoda. Es importante aprender herramientas asertivas, para generar relaciones sanas.
- Si sientes que no sabes que quieres hacer en la vida es ideal que empieces a buscar opciones. Siéntate delante de un folio en blanco, piensa donde querías llegar y dónde estás, para así generar un plan para conseguir ir acercándote a tus objetivos.
- No dejes que tus emociones vivan a la deriva. En cada situación que vivas es ideal que intentes ver qué responsabilidad tienes, porque así te sentirás muchísimo mejor. Al principio puede que te cueste, pero no responsabilizar a los otros de lo tuyo te hará crecer a pasos agigantados.
¡Espero que os haya gustado este artículo!
