Decálogo para reducir el estrés

Decálogo para reducir el estrés

El estrés es un proceso psicológico, emocional y físico sobre el que se ha escrito multitud de artículos y libros. Puede que no exista en psicología otro concepto del que se haya abusado tanto ¿Qué te parece si vemos qué es y cómo se puede reducir? En este post te damos el decálogo para reducir el estrés que tu vida necesita.

¿Qué es el estrés?

El estrés va a marcar la diferencia entre un estado normal y uno alterado. Sandín, en 1989, habla de que en condiciones de equilibrio, el individuo tendrá un estado de actividad normal, modulado por los estados de sueño y vigilia. En ese momento, el funcionamiento psicológico y fisiológico va a tener valores normales. El estrés va a llegar cuando, cualquier elemento, interno (pensamiento) o externo (situación o persona), altere nuestro estado. La respuesta de estrés, para intentar no vivir ese desequilibrio, va a consistir en hacer un esfuerzo, produciéndose una sensación de tensión. A la vez que se alteran nuestra mente y cuerpo, lo hacen nuestros estados emocionales.

¿Qué factores intervienen en el estrés?

La psicología ha avanzado muchísimo, y con ello las teorías que hay sobre cada proceso. Y eso también ha ocurrido con las relacionadas con el estrés. Para mí, una de las que ayudan a comprender lo qué ocurre es la del Modelo procesual de Sandín (2008).

Este autor dice que en el estrés intervienen los siguientes factores:

  • Demandas psicosociales: Nivel económico, lugar en el que vives, situación laboral, situación amorosa, clima y problemas meteorológicos. Todas las circunstancias que no están dentro de ti.
  • Evaluación cognitiva: ¿Qué piensas tú sobre estas situaciones y sobre lo que estás viviendo? ¿Lo consideras un desafío?¿O más bien una pérdida?¿Tal vez un peligro? Dependiendo como lo valores reaccionarás de una manera u otra.
  • Respuesta al estrés: Pueden ser respuestas fisiológicas o psicológicas, dividiéndose estas en ansiedad o depresión, si tu evaluación es de pérdida o peligro.
  • Afrontamiento: ¿Qué esfuerzos tienes que hacer a nivel físico y psicológico para eliminar el estado emocional de estrés? Este puede servir para cambiar la situación o, también, para cambiar el significado de la situación.
  • Características personales: La autoestima, la percepción de control, la sensación de autoeficacia, el nivel de optimismo. etc., van a diferenciar cómo el estrés afecta a una u otra persona.
  • Características sociales: El apoyo social va a diferenciar el nivel de estrés de cada persona, sobre todo el apoyo percibido. Esto se refiere a lo que sentimos que las otras personas hacen por nosotros en estas situaciones de estrés.
  • Estado de salud: El modelo procesual de Sandín (2008) dice que este va a depender de las fases anteriores, pero además algunas conductas pueden influir en los niveles de estrés. Fumar, hacer poco ejercicio físico o comer poco saludable puede afectar a como reaccionas, pero también pueden ser resultados del proceso.

¡Diez trucos para reducir el estrés!

  • Identifica lo que te causa estrés: ¿Es tu trabajo?¿Tu familia?¿La falta de descanso? Saber qué es lo que ha hecho que tu estrés aumente, va a ayudarte a poner estrategias en marcha, y así volver a los niveles anteriores.
  • Define bien cada problema: ¿Sientes que hay muchas veces que vives igual un problema del día a día que una situación fuera de lo normal? Eso puede estar ocurriendo porque no defines cada problema para tratarlo con perspectiva ¿En qué consiste el problema? ¿Qué factores están implicados? ¿Puedo hacer algo para resolverlo? ¿Qué recursos tengo para solucionarlo?
  • Encuentra una manera de relajarte: Todas las personas necesitamos tener una forma de relajarnos y, en la actualidad, lo mejor es tener saber una técnica de relajación. Mindfulness, Chi kung, yoga, pintar mandalas etc., es importante tener una actividad a la que dediques un tiempo al día para llenarte de energía.
  • Organiza tu agenda y prioriza tareas: Es muy importante saber a qué dedicas tu tiempo cada día, porque de esta forma vas a sentir que tienes tus objetivos controlados. Además, si tienes demasiadas tareas, tienes que intentar creer un ranking de urgencias, para que lo más necesario no se quede en último lugar.
  • Pedir ayuda: Nos creemos súper personas que pueden hacer su trabajo, tener la casa súper limpia, ir al gimnasio, colaborar con asociaciones, tener una vida social activa y estar a la moda en cuanto alimentación. Es ideal que, en las actividades que sintamos necesitar ayuda, la pidamos sin dudarlo. Somos seres sociales y, contar con las otras personas, nos va a ayudar a reducir el estrés.
  • Acepta tus errores: Todas las personas cometemos errores, pero hay a algunas que les cuesta más aceptarlos. Saber reconocer que nos hemos equivocado, y buscar otras opciones, nos va a hacer sentirnos mejor.
  • Saber descansar: ¿Cuánto descansas al día? Es importante tener tiempo sin hacer nada para que el estrés no nos pase factura. Hay gente que tras salir de trabajar llena su tiempo con otras actividades, casi sin tener tiempo de respirar. Aprender a disfrutar de estar sin hacer nada es un buen remedio para el estrés.
  • Practica asertividad: ¿Sientes que haces cosas que no tendrías que hacer tú? Aprende a distinguir lo que es tu responsabilidad, y si no puedes hacer un favor a alguien aprende a decir que no.
  • Cambia tus hábitos: Hay veces que la alimentación que seguimos, y la actividad física que realizamos, tienen mucho que ver con el nivel de estrés. Intenta comer más sano y fresco, e incluir algún tipo de ejercicio en tu día a día ¡Tu estrés disminuirá seguro!
  • Disfruta de tu familia y amigos: Tener un grupo familiar y social del que disfrutemos va a aumentar nuestro bienestar.

 

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