Ansiedad infantil

Ansiedad infantil

La ansiedad, infantil o no es una emoción común a todas las personas. El organismo humano reacciona aumentando la activación del sistema nervioso vegetativo ante estímulos amenazadores. Esta respuesta tiene un carácter adaptativo ya que ayuda a la supervivencia movilizando los recursos del organismo. Sin embargo, cuando la ansiedad alcanza una intensidad excesiva o aparece en situaciones dónde no hay un motivo real de peligro, pierde su valor alterando el funcionamiento fisiológico y psicosocial.

¿Qué es la ansiedad infantil?

Los trastornos de ansiedad son los más frecuentes en la población infanto-juvenil, con una prevalencia que oscila entre el 9 y el 21%.

Determinados sucesos, como el comienzo del colegio, el nacimiento de un hermano, la pérdida de un familiar o un cambio de residencia, pueden precipitar la aparición del problema.

Las repercusiones de la ansiedad infantil pueden ser más graves que en los adultos, dado que interfieren en el proceso de desarrollo y, en algunos casos, se cronifican o evolucionan hacia patologías más severas.

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad infantil?

La ansiedad en los niños y adolescentes puede manifestarse de diferentes maneras:

1.Trastorno de ansiedad por separación

 Es el más frecuente en los menores de 12 años. Para diagnosticarlo, se requiere una ansiedad excesiva del niño ante la separación de las figuras de apego. Algunos de los síntomas comunes son, preocupación excesiva por la pérdida o bienestar de los cuidadores, llanto prolongado tras la separación, oposición a dormir sin las figuras de apego, pesadillas sobre la separación o dolor físico al producirse o anticiparse la separación.

2.Trastorno de ansiedad generalizada

Se define como ansiedad o preocupación incontrolable ante un gran número de acontecimientos o actividades de la vida diaria. Algunos síntomas son, irritabilidad, malestar físico, dificultades para concentrarse, alteraciones del sueño o inquietud excesiva ante acontecimientos de la vida diaria.

3.Trastorno de pánico

Se inicia entre los 13 y 14 años. Un ataque de pánico es la aparición brusca de malestar que alcanza su máxima intensidad en pocos minutos. Algunos de los síntomas son, palpitaciones, mareo, sensación de atragantamiento, dolor torácico, miedo a morir o entumecimiento de las extremidades.

4.Trastorno obsesivo compulsivo

 Se caracteriza por la presencia de obsesiones o pensamientos recurrentes (ej. piensa que se va a contaminar) que intenta neutralizar mediante una compulsión o acción manifiesta (ej. lavado de manos).

5.Trastorno de estrés postraumático

 Se desencadena por un acontecimiento traumático como amenazas de muerte, violencia sexual, lesiones graves o muerte, del que se tiene experiencia directa o indirecta. Algunos de los síntomas frecuentes son, hipervigilancia, sobreactivación, recreación del trauma en el juego, evitación, amnesia o dificultades de concentración.

¿Qué puedes hacer para ayudar a un niño con ansiedad?

  • Ayúdale a afrontar sus miedos y elógialo por cada intento que realiza.
  • Muestra comprensión, no le obligues a enfrentarse a las situaciones que puedan generarle angustia de forma brusca.
  • Maneja tus propias reacciones ante las situaciones que le generan angustia.
  • Ayúdale a formar ideas más racionales y objetivas que sustituyan los pensamientos negativos automáticos.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si la ansiedad de tu hijo aumenta, se alarga en el tiempo y/o comienza a interferir en su desarrollo escolar, social o familiar, es importante que solicites una consulta con un profesional de la psicología infantil.

Beatriz Reguera Álvarez

Psicóloga en Tu Psicoterapia Madrid

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