Estos días de descanso son un respiro para cada uno de nosotros, porque el ritmo actual es agotador y todos intentamos descansar, sea como sea. A veces, esto no es posible, aunque nos vayamos de vacaciones, porque no sabemos qué hacer para no acabar discutiendo con nuestra pareja. Vamos a ver en este post las claves para disfrutar de la Semana Santa en pareja.
Esta Semana Santa ¡Sal de la rutina!
Estos días viene genial aprovecharlos para salir por ahí, pero si no podéis, porque trabajáis alguno, o la economía no lo permite, podéis hacerlo de otra manera. Irse fuera de la ciudad de residencia es lo mejor, porque salís completamente de las obligaciones del día a día, del mismo entorno, teniendo más tiempo para hacer cosas que se hacen de tarde en tarde, como desayunar fuera de casa o ver museos.
Si os quedáis en casa no dejéis de salir de la rutina, aunque durmáis en el mismo sitio de siempre. No tener dinero, no es igual a no tener imaginación y muchas posibilidades, aunque creamos que no son tan buenas como irse fuera de casa.
Podéis variar el desayuno, poniendo la mesa para desayunar y cambiar los ingredientes (aunque si podéis os invito a disfrutar de ese placer fuera), buscar planes gratis en vuestra ciudad o generar rutas para conocer sitios cercanos a vuestra residencia. Vestíos de manera diferente, porque eso es algo que hacemos cuando vamos de vacaciones (¿No os pasa a vosotros qué os peináis o sacáis camisetas que nunca usáis?) y aprovechad a ver a gente que lleváis mucho sin ver. Todo vale para disfrutar en pareja.
Decidid en conjunto
No hay nada peor para una pareja que uno de los dos crea que tira del otro o que es mandado por el otro. Intentad decidir de manera común el destino y los planes que lleváis a cabo, porque eso hace que ambas partes vayáis contentos a las vacaciones. No os “sacrifiquéis” por el otro, eso siempre va a salir en las discusiones. Si no te apetece playa, no digas que sí, intenta buscar un plan alternativo que os vaya a satisfacer a ambos.
Además, es ideal que en cada tiempo de vacaciones se hagan actividades placenteras para las dos personas, de modo que cuando se recuerdan las mismas la óptica va a ser similar. A veces, es difícil, pero hay que pensar que es la otra persona con la que se ha decidido pasar ese tiempo y que, como no hay que perderlo, es mejor llegar a un acuerdo.
Dejad los problemas a atrás
¿Las vacaciones, el tiempo de placer, tiene que servir para hablar de cosas difíciles de resolver o que puedan generar conflicto?; ¡No, desde luego que no!
El tiempo de placer es para reconectar contigo mismo y con tu pareja, cargar las pilas, leer el libro que tienes pendiente y visitar lugares que os apetecían visitar, pero no para negociar cosas de la pareja, familia o trabajo. No es bonito contaminar las vacaciones de algo que ya se hace en el día a día.
Las vacaciones sirven para hablar de lo que estáis viviendo en ese momento (por ejemplo, buscar información del sitio donde estáis), comer rico, hablar de cultura, de libros y tener conversaciones sobre asuntos que os interesan pero que no ocupan vuestro día.
Sacad la imaginación a pasear
Las vacaciones es el tiempo perfecto para sacar la ilusión y la imaginación a pasear, hasta para vaguear. Es genial para la pareja que en vacaciones aprovechéis a buscar detalles que puedan sorprender a vuestra pareja, que hagan todavía más bonito ese tiempo en común.
Si sabes que a tu chica le gusta la cerveza, y en el sitio al que vais a una fábrica en la que hacen visitas no dudes en concertar una, o si hay una obra de teatro a la que ambos deseabais ir, coge entrada sin que la otra persona se entere.
Además, como os he dicho, también está genial hasta innovar para vaguear. Las siestas de toda la vida están genial, no las vamos a despreciar por si se ofenden, pero también está bien “costumizarlas”. Puedes, cuando lleguéis al hotel, prepararle un masaje presiesta (sólo para que se relaje) o llevarte el ordenador y tener su peli preferida preparada para sorprenderla. Si os dais cuenta esto se puede hacer aunque no salgáis de vuestra casa.
Potenciad el contacto físico
La mayoría de las parejas, cuando vienen a terapia, me cuentan que en su día a día las muestras de afecto están casi olvidadas (y no estoy hablando de sexo). Me cuenta mucha gente que, lo único que hacen con su pareja en el día a día, es darse un beso de buenos días y otro de buenas noches, sin abrazo y sin ninguna caricia que haga que el día sea mejor.
Aprovechad las vacaciones para recordar esos besos que os dabais al principio (y sí, si haces memoria te acordarás), abrazar a la otra persona como si se fuese a escapar, decirle cosas que os encantan de su carácter y su cuerpo y, también, innovar sexualmente. Esto no quiere decir que tengáis que sacar juguetes a pasear (¡si lo hacéis genial!), pero sí que os inventéis algún juego y probéis alguna forma nueva de daros placer.
¡Feliz Semana Santa parejas!