Pautas para controlar un ataque de pánico

Pautas para controlar un ataque de pánico

Si lo has experimentado en alguna ocasión, te será más fácil entender qué es un ataque de pánico y lo terrible que puede llegar a ser. Se trata de algo más común de lo que piensas y, a veces, se puede controlar de forma natural si sabes cómo.

Las personas que sufren episodios de este tipo tienden a aislarse para evitar cualquier situación de miedo, ansiedad o estrés que pueda causarlo. La realidad es que el ataque de pánico suele ocurrir de forma totalmente irracional.

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico se produce cuando se genera adrenalina de manera excesiva y ésta comienza a circular por la sangre de nuestro cuerpo. El exceso de adrenalina puede ser provocado por miedo, aprehensión, ansiedad… Cualquier sentimiento que envíe un mensaje de emergencia al cerebro, cuya respuesta es poner a trabajar las glándulas que generan la adrenalina para enfrentar la situación con rapidez.

En consecuencia, el cuerpo empieza a experimentar distintos síntomas difíciles de identificar, caracterizados por un miedo incontrolable, angustia, asfixia, los sonidos y las imágenes se perciben de forma distinta. Se puede llegar a experimentar lo más parecido a un ataque al corazón… En definitiva, se provoca una situación irreal, intensa y difícil de controlar.

Cuando todo ha pasado, la persona que lo sufre queda completamente agotada y con una gran frustración al no poder interpretar correctamente lo que acaba de ocurrir.

¿Cómo controlar un ataque de pánico?

Existen pautas para frenar un ataque de pánico y controlar sus síntomas. Por supuesto, está totalmente recomendado acudir a un profesional que te pueda ayudar aplicando el tratamiento o la terapia adecuada.

No obstante, también existen algunos pasos que te pueden servir para controlar un ataque en ese mismo instante, de forma natural y con técnicas de autocontrol que pueden resultar de gran ayuda.

1. Positividad: intenta contrarrestar el mensaje negativo que está recibiendo el cerebro y que le hace generar adrenalina, ¿cómo? Con frases positivas, repite en tu mente esas palabras que te ayudan a reconfortarte y encontrar la tranquilidad (“yo controlo mis emociones”, “puedo estar tranquilo/a”, “estoy relajado/a y puedo hacerlo”…) Cuanto más lo repitas, más efecto hará en tu cerebro.

2. La respiración: en estas situaciones es fundamental el saber respirar de forma pausada y controlada. Inspira durante 7 segundos y expira durante 7 segundos más, practica este ejercicio de forma continua mientras repites en tu mente las frases positivas.

3. Mantén a raya los pensamientos negativos: son los principales causantes del ataque de pánico, por lo que debes encontrar la manera de no dejar que te dominen. Un truco puede ser el poner en tu muñeca algo elástico, como una goma del pelo y tirar de ello cuando te venga ese sentimiento. Será una forma  sencilla de detenerlo.

4. Relajación: todos tenemos imágenes o situaciones en nuestra mente que nos relajan y nos hacen sentir bien, ¡es el momento de utilizarlas! Céntrate en esas imágenes y esos momentos de paz que te ayudan a tranquilizarte y a relajar tu mente y tu espíritu.

5. El motivo: no olvides darle la importancia que merece a lo que sientes, intenta encontrar la razón que genera el ataque, como puede ser una actuación en público, un viaje en avión… Una vez tengas identificado el motivo que suele generar ese pánico, te será más fácil combatirlo, enfrentando el miedo y controlando tus emociones.

Ante todo debes ser consciente del ataque de pánico que estás sufriendo y que, por muy fuerte que sea, ¡tú puedes controlar esa situación! Mantente firme a estos consejos cuando esté ocurriendo y recuerda buscar ayuda profesional después.

¡Gracias por leer este artículo!

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