La terapia infantil es un servicio de psicología que sirve para dar respuesta a las situaciones psicológicas complicadas que se pueden dar en la vida de un niño. Es muy importante acudir a un profesional para que valore qué está ocurriendo, y si es necesario, que se comience un proceso terapéutico.
Además, la terapia va enfocada a proporcionar a los padres herramientas y estrategias para que el malestar desaparezca. Muchas veces, la manera de enfocar la relación entre padres e hijos está siendo parte del problema a resolver y la terapia va a ayudar a que se encuentre una nueva forma de interacción.
Los niños, además de tener una manera de interpretar el mundo distinta a la que tenemos los adultos, no tienen, por supuesto, las mismas herramientas y estrategias psicológicas para resolver los conflictos que se les presentan. Eso hace que en algunas ocasiones se den situaciones que los niños no saben manejar, como la muerte de una persona querida, divorcio de los padres, nacimiento de un hermano, cambio de colegio, conflictos entre iguales, déficit de atención e hiperactividad o cambio en su rutina, ansiedad, fobias, problemas de incontinencia…
La efectividad de la terapia infantil es muy alta y dependerá, en gran medida, de la alianza que se cree entre el niño y el profesional, además del interés de los padres por la terapia.
Si se tiene un interés alto y se ponen en marcha las herramientas de la terapia, es muy posible que el malestar desaparezca, e incluso conseguir que el niño obtenga unas estrategias que se puedan mantener de por vida.